Los residentes de un pequeño pueblo rural en Francia están luchando por permanecer libre de antenas de telefonía móvil para proteger a aquellos que sufren reacciones adversas a la radiación que emiten.
Pailharès, en el corazón de la región de Ardeche, con una población de 280 habitantes, casi totalmente desprovista de las ondas electromagnéticas, es como la aldea de Asterix la Galia, la última en Francia para resistir una invasión de las antenas de telefonía móvil. "Vamos a luchar hasta el final ", dijo Isabelle Nonn - Praya una química de 53 años que se trasladó a la aldea de Lyon hace tres años después de descubrir que sufría de hipersensibilidad electromagnética (EHS ).
