sábado, 29 de marzo de 2014

Turismo detox o de desintoxicación digital

Mil madreñas rojas (León)
Leemos que empieza a haber viajeros que huyen de la conexión permanente y que hay lugares que incluyen la desconexión total como uno de sus atractivos. Se habla del “Turismo Detox” especializado en viajeros que desean desengancharse de la tecnología. ¿Wifi? No, gracias.

Lo moderno puede que ya no sea estar conectado en todo momento y lugar sino saber vivir sin tecnología, al menos durante las vacaciones. Viajar sin tecnología nos ayudará a disfrutar más y mejor de lo que vemos a nuestro alrededor y a sentir que realmente “estamos muy lejos de casa”. Tras la “borrachera tecnológica”, los auténticos viajeros parece que están volviendo a los viajes sin tecnología que aseguran una desconexión total. 
Al parecer, en España se han apuntado a esta tendencia la cadena Vincci en Marbella, Sierra Nevada y Tenerife. También el complejo rural Mil Madreñas Rojas (en Salientes, León) donde ni siquiera hay televisión (porque a sus dueños no les gusta), ni móvil, ni internet (porque la cobertura no llega a este pueblecito perdido en las montañas del occidente de León, entre bosques con osos pardos, urogallos, corzos o rebecos). Son solo cuatro apartamentos ecológicos desde los que se organizan rutas de montaña, turismo ornitológico o talleres de arte vegetal.
Otro ejemplo en nuestro país es la Casa rural Lanzarote (Lanzarote), regentada curiosamente por un ingeniero de telecomunicaciones consciente de los efectos que pueden tener las radiaciones. Por ello se promociona como un “paraíso libre de ondas electromagnéticas”, que es especialmente demandado por viajeros extranjeros. Se dan clases de yoga y taichi, se organizan rutas a pie y en bicicleta por la isla y se disfruta del placer de estar desconectados. Está a15 kilómetrosde Teguise, en el centro de Lanzarote. 
En el extranjero algunas islas caribeñas como San Vicente o las Granadinas se ofrecen como vacaciones de desintoxicación digital (Digital Detox); el hotel Renaissance, de Pittsburgh, el Quincy de Washington con paquetes especiales “unplugged” que incluyen descuentos importantes para comprar libros y proponen a sus clientes utilizar planos (en papel) para hacer recorridos por la ciudad (y por supuesto, se encargan de requisar a los huéspedes los aparatos electrónicos durante su estancia). En esta línea está también el Westin de Dublín que recoge los móviles de los clientes en su caja fuerte y nos propone juegos de supervivencia, cosas tan “antiguas” como mapas y guías en papel para moverse por la ciudad o incluso un kit para plantar un árbol. 

Desde hace años crece sin parar el número de “ciberadictos” a Internet y las nuevas tecnologías. Para ellos se han creado paquetes de turismo de salud tecnológica, como el que propone viajar a Seattle (EE UU) para ingresar en la primera clínica especializada en ciberadictos. No es barato: más de 14 000 dólares por 45 días en una vieja casa de campo rodeada de naturaleza. El tratamiento consiste sencillamente en aprovechar a tope el mundo real: jugar en la naturaleza, charlar con los compañeros, dar paseos por el campo, resolver problemas de agilidad mental… todo sin conexión alguna. ¡Si nuestros abuelos del pueblo levantaran la cabeza!Para casos extremos

1 comentario:

  1. Nos comenta una amiga que acaba de estar en Madreñas Rojas muy bien, no hay antenas a la redonda ni nada. Todo limpio, a 1350 metros de altura. Un sitio increible, sin TV ni nada, los apartamentos super bonitos, combinando la piedra con la madera y los tonos alegres. Los dueños muy majos y muy atentos. Sin embargo, hace dos semanas Toni y Mónica, en vista que cada vez más gente lo demandaba y a falta de tanta cobertura, decidieron poner wifi en el bar. A nuestro apartamento no llegaba, menos mal. Entiendo que es lo que demanda esta sociedad. Pero es una pena.

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